“El gol de Maxi a México”, frase que aparece en cualquier conversación futbolera con tintes Mundialistas. La Selección Argentina conducida por José Pekerman dejó buenos recuerdos de su participación en la Copa Mundial 2006, ninguno tan querible como el del “zapatazo” de la Fiera.
Los caminos de Argentina y México se cruzaron en Octavos de Final. La Selección Albiceleste llegaba líder de su grupo e invicto, con dos victorias y un empate ante Países Bajos, mientras que la Tri segunda de Portugal en su zona tras un triunfo, una derrota y una parda.
El Zentralstadion de Leipzig fue testigo junto a 43 mil espectadores de un partido que terminaría siendo difícil de olvidar. Rafa Márquez logró un gran cabezazo para poner en inmediata ventaja al combinado conducido por Ricardo La Volpe, sin embargo cuatro minutos después Hernán Crespo anticipó un tiro de esquina de Riquelme para rubricar el 1 a 1.
La tensión del partido fue creciendo con el correr de los minutos, y la paridad inquebrantable obligó la disputa de tiempo suplementario. Argentina comenzó el primer tiempo extra con Juan Román Riquelme, Pablo Aimar, Carlos Tévez y Lionel Messi en cancha, sin embargo los flashes quedarían reservados para el quinto ofensivo.
En ocho minutos del primer tiempo extra Messi recibió de Riquelme y tocó para Juan Pablo Sorín, quien cambiando de frente desde el vértice izquierdo encontró en puertas del área Maximiliano Rodríguez.
La Fiera controló de pecho, elevando la bocha levemente, y se recostó sobre la misma, para conectar con su exquisita zurda, de volea, ocasionando un movimiento totalmente estético, en el cual la pelota baja con gran agresividad y se duerme en el ángulo derecho del arquero mexicano.
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